jueves, 7 de febrero de 2013

España tiene menos riesgo para el comercio tecnológico que Japón, RU y Suecia

La desconfianza mundial del consumidor dobla la rodilla a China

Susana Blázquez

La aseguradora de riesgo Crédito y Caución ha elaborado un mapa mundial de riesgo para la realización de comercio internacional en el sector de la electrónica y la tecnología con datos sorprendentes. El riesgo no va asociado ni a la situación económico del país y ni a su clima social. Así las cosas, España es un país más aconsejable para realizar acuerdos comerciales que primeras economías de países como el Reino Unido o Japón. Contamos las cautelas. 

Los analistas del gigantesco Grupo Atradius, al que pertenece Crédito y Caución, han previsto el comportamiento de las empresas tecnológicas en 34 países para valorar su riesgo asociado a cada mercado. La información es imprescindible para asegurar las operaciones comerciales de sus clientes en los mercados exteriores. La edición de Market Monitor 2013 asegura unas perspectivas de crecimiento mundial del 4,3% en la electrónica y consumo y la tecnología, arrastrada por las ventas de productos de gran consumo como son los smartphone, los tablet PC o los televisores LCD.

Las empresas de Alemania, Australia, India, Indonesia, México, Nueva Zelanda y Suiza tienen una calificación de excelentes por las circunstancias que las rodean. Las peor calificadas son las de Hungría, Italia, Polonia, Portugal, Reino Unido, Singapur, suecia, Tailandia, Turquía, Japón y los Emiratos Árabes Unidos. Las empresas españolas quedan en el amplio grupo de países calificados como favorables.

Las razones son complejas, y repercuten de distinta forma a pesar de la globalización mundial. El crecimiento tiene un lado negativo variable entre países. El crecimiento francés, por ejemplo, que alcanzó un 160% en las tabletas durante 2012 contrasta con el fuerte estrechamiento de los márgenes para un grueso de PYME. Un consumidor cada vez más desconfiado con la economía global amenaza la demanda del mercado británico. La tendencia se traslada a otros mercados hasta repercutir en el gran fabricante chino, que sufre la ralentización de las exportaciones, y se mantiene por un floreciente consumo interno. Lo impulsa la innovación y el programa de subsidio rural. India también está readaptando su enfoque para afrontar la disminución del consumo europeo, y mira a la región Asia-Pacífico.

El debilitamiento del consumo mundial por la crisis de los países más ricos, hasta ahora, no es el único problema. Otro es la erosión de los precios hasta el punto de asfixiar los márgenes, que llega a ser un problema incluso en mercados con buenas perspectivas de crecimiento. Esta vez, el problema es fruto de la característica intrínseca del sector, una dinamicidad tan acelerada abocada a una competencia tan fuerte que empieza a ser insostenible. El problema empieza a serlo incluso en mercados con buenas perspectivas de crecimiento como es el alemán, precisamente por tener una industria especialmente emprendedora e innovadora.

Japón suma unos problemas inesperados. Las dificultades para los fabricantes japoneses de hardware y de electrónica de consumo proceden de la apreciación del Yen, la competencia de los fabricantes coreanos, y la retracción de la demanda de sus dos grandes compradores: Europa (en recesión) y EE.UU (que no termina de recuperarse). El aumento de los precios por la suspensión de las centrales nucleares es una amenaza para la rentabilidad de los fabricantes TIC. Consecuencia de la situación es un aumento significativo de insolvencias, y el debilitamiento del mercado interno, que supone el 9% de las ventas mundiales, y solo aumento en un 1,1% durante 2012. El informe asegura la estabilidad de los gigantes nipones del mercado, y mantiene la cautela con las PYME. Aunque ha extremado la vigilancia de todas las empresas niponas ante un mercado con tanta incógnitas.

Otro ejemplo sorprendente de país con peor puntuación para comerciar que España es el Reino Unido, un gigante con pies de barro. Su repunte del sector TIC en el segundo semestre de 2011 es puntual y producido por proyectos lideraros por finanzas y banca, y por el aumento de los correspondientes a las Juegos Olímpicos. Pesa más la desconfianza del consumidor ante la situación económica europea, la subida del IVA, el aumento de la inflación y el estrechamiento de los márgenes por una excepcional agresividad comercial. El cuadro se completa con unas empresas dominantes más preocupadas por extraer grandes dividendos, y porque “la principal fuente de liquidez para las empresas TIC es la deuda bancaria, y en particular las facturas descuento”. El informe prevé una mayor caída de las ventas de hardware y márgenes decrecientes. Se mantiene el crecimiento de la factura del software, pero por las actualizaciones. Fuertes recortes del gasto público, dificultades para obtener nuevas líneas de financiación, “y con la economía del Reino Unido técnicamente en recesión” dan cautela a la recomendación realizada por Crédito y Caución. Parece la crónica de una muerte anunciada del resto de los mercados europeos. ¿Cuánto tiempo le durará a España la recomendación positiva?

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