IVIS MARTÍNEZ PIMIENTA / ElUniversalCtg
Desde niños, nos acostumbramos a un modelo educativo presencial que nos exige un contacto directo con nuestros profesores y compañeros. Nuestros abuelos, padres y tíos hicieron lo mismo, sin embargo nuestros nietos, hijos y sobrinos quizá lo hagan de otra manera: desde un centro educativo vanguardista, donde las aulas de clases parezcan salidas de películas de Steven Spielberg, y donde tengan como compañero de estudio permanente, un computador portátil con conexión a Internet.
A través de la historia, los avances en la ciencia y la aparición de las TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación), han llegado a rincones lejanos, tal y como lo hace un rayo de luz que se cuela por un pequeño agujero y se ensancha a medida que se proyecta hasta el suelo.
Es el caso de la UNAD ( Universidad Nacional Abierta y a Distancia), creada con el interés de beneficiar a sectores vulnerables de la sociedad, mediante clases de básica, media y superior netamente virtuales y con todos los beneficios y las ayudas que se puedan permitir para que la educación no sea frenada por el tiempo, por la falta de computadores y materiales de estudio, ni por la necesidad de asistir a un claustro de enseñanza.
Las bibliotecas virtuales, cuyos textos se pueden descargar, así como la facilidad de utilizar las novedosas salas de cómputo los siete días de la semana (en caso de que el estudiante no posea un computador en su casa), hacen parte de las oportunidades que este nuevo tipo de educación ofrece.
Educación superior
Silvia Montalvo, graduada de psicología en la UNAD, a sus 38 años, es asesora externa en la Universidad que la vio formarse, y actualmente se encuentra realizando una especialización en ese mismo centro, lo cual amplía mucho más su proyección laboral.
El computador se convirtió en una herramienta fundamental que logró dominar con los cursos previos que realizó al ingresar al plantel. De manera virtual, logró estudiar cinco años, donde el tiempo no era un impedimento pues estableció un horario de estudio que llevaba a cabalidad, acudiendo a una sala de Internet cercana, o a la sede madre en el momento que lo necesitara, ayudada, por supuesto, por su empuje. Dicho empuje la llevó a comercializar pasteles, suero, o cualquier cosa que pudiera proporcionarle el sustento de su pequeña hija, su bebé (en ese entonces en camino) y los textos, impresos desde la biblioteca virtual del campus de la Universidad y que se convirtieron en su material de trabajo.
Silvia dice que no es necesario durar largas horas en un computador, según ella “basta con establecerse horarios específicos”.
Angélica María Gavalo Ortega, al igual que Silvia, no contó con suerte en algún extraño momento de su vida donde todo parecía desbaratarse. Tras el abandono de su marido, el desempleo que la aquejaba y la crianza de sus tres niñas, Angélica empezó a trabajar como aseadora en la Universidad de San Buenaventura, con un título antiguo de secretariado pero sin lograr manejar un computador y sus ganas de seguir adelante, la impulsaron a validar 10 y 11 grado los domingos, mientras se alternaba con clases virtuales en un programa de pre grado (subsidiado) en la UNAD. Manejar el campus de la Universidad casi a diario, enviar y recibir material de trabajo en las horas establecidas por ella para estudiar, y lograr, con buenos promedios, el título de Licenciada en etnoeducación fue lo que desde el primer día se propuso Angélica, haciendo uso de las TIC.
La calidad en la educación a través de estos programas no es para nada discutido y para Angélica “el aprendizaje autónomo es lo mejor”.
Actualmente, y con 49 años de edad, Angélica María se desempeña en un cargo de mayor envergadura en la universidad San Buenaventura, donde la encuentran como secretaria del área de Ciencias Administrativas y Contables.
La UNAD es una universidad que nace en 1982 durante el gobierno de Belisario Betancur, como un proyecto educativo que utiliza la estrategia pedagógica de la educación a distancia, para mejorar el país. Su compromiso primordial es el de trabajar en pro de las poblaciones que no tienen acceso a una educación para el futuro.
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